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Los que me conocéis sabéis cuanto me gusta el frío, siempre he disfrutado mucho de esos días en los que al caminar se tersa la piel al notar el aire congelado en la cara. Se que es una de mis rarezas y que lo más frecuente es disfrutar de los días cálidos y más viviendo en Valencia, pero por algún lado, tiene que notarse la sangre manchega que recorre mis venas. Así que sabiendo esto, os podéis imaginar cuanto he disfrutado haciendo esta preboda en la nieve.
Alba y Giovanni me dijeron que uno de sus lugares favoritos en el mundo era la zona de Jaca y que a menudo van allí a esquiar o simplemente a pasar unos días con los amigos, así que ¿que mejor idea que hacer la preboda en la nieve?.
La noche de antes, empezó a nevar a las 23:00 y no paró hasta el día siguiente a las 19:00, así que la nevada fue bestial, mi coche tenía un palmo de nieve encima, pero claro, si vamos a hacer la preboda en la nieve, tenía que estar nevando, así que con los elementos «a nuestro favor» empezó el día…
Hicimos un montón de kilómetros en el coche, porque la idea era buscar sitios chulos y parar allí donde viésemos algo que valiera la pena y estuvimos todo el día: coche, parada, coche, parada… Recorrimos muchos pueblos de la zona y parajes escondidos, en busca de lugares idílicos y no paramos de encontrarnos paisajes inmensos que sobrecogían nada más verlos y nieve mucha nieve, tuve que poner a prueba mis cámaras y respondieron perfectamente a la nevada que les cayó encima.
Fue un día fantástico, Alba y Giovanni disfrutaron mucho del reportaje y tendrán unas bonitas fotos para recordar el día.
Un gran viaje, he disfrutado fotografiando en las condiciones que más me gustan y he vuelto a Valencia con las pilas cargadas para un tiempo.
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