Cada momento que vivimos en familia es especial y único, muchas veces no somos totalmente conscientes de ello y nos dedicamos a continuar el camino que hemos elegido, sin disfrutar del paisaje. Pero hay momentos en la vida en los cuales nos paramos a reflexionar, ¿dónde estamos?, ¿quién nos acompaña? y es ahí cuando podemos sentir felicidad plena.
Hay personas con una gran capacidad de percibir estos logros y solo necesitan mirar a su alrededor para valorarlos. Otros, llegamos a esos puntos de inflexión por un acontecimiento que da un giro a nuestras vida. Lo importante es saber verlos, disfrutarlos y recordarlos.
Yo hace tiempo que entendí esta profesión, como la vía para crear estos puntos de inflexión para el futuro; dentro de quince o veinte años, la familia de Mª Luisa y Adolfo, se sentaran en el sofá y verán «Aprendiendo juntos» (su retrato de familia), la película que un día me encargaron y en ella, verán esa complicidad que existe entre ellos. Esos trocitos de vida presente, que serán el mejor recuerdo en el futuro.
Mª Luisa, Adolfo, Daniel y Claudia forman una familia muy divertida, que se demuestran constantemente cuanto se quieren y que disfrutan de cada pequeño momento juntos. Los partidos de baloncesto de Daniel, las tardes jugando en casa al calor de la chimenea o los paseos por la playa, son esos espacios familiares que les dan la calma y felicidad que todos perseguimos.
Este es el retrato de familia, centrado en Daniel y realizado con motivo de su primera comunión. Se proyectó durante ese día en la comida familiar, pero cualquier motivo es bueno para crear estas cápsulas del tiempo que podrás disfrutar siempre.
